martes, 16 de febrero de 2016

MINECRAFT: LA HISTORIA DE STEVE

Todo el que me conoce sabe que minecraft se ha convertido en uno de mis juegos favoritos, aun habiendo sido de aquellos que mas lo criticaban, aunque tengo entendido que esto sucede con mas frecuencia de lo que parece. Cuando supe de su existencia no veía muy claro el concepto del juego y me pareció una especie de lego magnificado; pero cuando vi el potencial creativo y la dificultad que conlleva sobrevivir en el mundo de minecraft me pareció fascinante. Desde que empece a verlo con otros ojos y, sobre todo, lo que los auténticos profesionales en la materia eran capaces de hacer (sobre todo aquellos que saben de programación), el juego se convirtió en una autentica obsesión para mi, aun a pesar de ser na auténtico negado, para las construcciones sobre todo. Me pareció que el juego reflejaba muy bien la esencia misma de la creatividad e inspira a mucha gente a hacer autenticas maravillas que en el mundo real serian imposibles; y aún a pesar de ser un juego carente de argumento, da pie a un montón de historias; ya sean de cosas que te suceden mientras lo juegas, por mapas de aventuras creados por la gente que si poseen argumento, como libros o cómics que se escriban ambientados en el mundo de minecraft.

 Y ahí es a donde quería yo llegar, se que aun hay mucha gente que detesta minecraft (casi tanta como le encanta) y es que con este juego nunca hay termino medio, pero la realidad es que es un juego que inspira y entretiene a muchísima gente de todas las edades; y a mi, dado que no soy una persona muy buena creando edificios con bloques o mecanismos ingeniosos pero me encanta escribir, me ha inspirado para crear una historia basada en el que, podríamos decir, es el personaje principal del juego, aunque la gente prefiere personalizar su skin, entre los que me incluyo, pero me pareció mas apropiado basarla en él. No se si se ha hecho algo parecido a lo que he escrito, se que hay muchos libros de historias muy famosos sobre minecraft pero de momento no he leído ninguno, simplemente quería escribir algo que saliese de mi cabeza, espero que os guste. Sin mas preámbulos os dejo mi historia:


CAPITULO 1: EL INCIDENTE DE LAS MINAS INFINITAS

No todo era como es ahora, hubo un tiempo en el que conseguir materiales de las minas era un trabajo demasiado duro para una sola persona, y eran necesarias herramientas muy sofisticadas y trabajadores bien preparados. Dado que la gente prácticamente vivía en estas minas de tamaño descomunal, lo convirtieron en una competición por equipos en la que se conseguían premios para los ganadores. A pesar de todo lo que recogían y a pesar de la enorme explotación de la mina parecía que esta nunca se acababa, siempre había lugares nuevos que explorar o nuevos minerales en los mismos lugares, por eso recibieron el nombre de “minas infinitas”.

Steve era un minero contento con su trabajo, a pesar de lo duro que era. Se levantaba todas las mañanas con ganas de trabajar y con intención de ganar la gran competición para su equipo, independientemente de cual fuese, pues cada vez le tocaba uno distinto, a veces repetía pero, raro era el día. Su vida transcurría sencilla, se le asignaba un equipo, una tarea a realizar dentro del mismo, se le suministraban las herramientas necesarias para desempeñar su tarea y daba lo mejor de si mismo para realizarla.

Si, todo era más duro antes, pero más sencillo al mismo tiempo. Pero claro, eso fue antes del incidente. Un mes antes del incidente, Steve empezó a sentir cierto cosquilleo en el estomago, algo dentro de él no le bastaba con solo excavar y excavar, descubrió que construir le resultaba mas divertido y que podía hacer grandes cosas solo apilando bloques de cierta manera. Sus compañeros, al principio, estaban reacios; pero pronto comprendieron que Steve tenía razón y que su visión del mundo era fascinante y muy creativa. Todos encontraban hueco entre competición y competición (a veces incluso dentro de la misma) para hacer construcciones singulares. Pero un día de repente, todo cambio, la mina entera empezó a venirse abajo, todo alrededor se desintegraba por momentos había explosiones descontroladas y los mineros se desvanecían en el momentos. El caos sumió por completo las minas y nadie podía hacer nada, todo se desvanecía. Steve estaba petrificado, todo cuanto conocía desaparecía ante sus ojos, de repente una criatura verde sin brazos, con cuatro piernas y cara de asustado, cayó de un hueco en el techo de la mina en el que se podía distinguir la luz de la luna, algo que no recordaba haber visto nunca, pero antes de que pudiese reaccionar esa criatura se plantó delante de él con un siseo incesante y le estallo en plena cara, le lanzo tan lejos que el golpe lo dejó inconsciente durante un buen rato.


Cuando despertó, le dio la sensación de que le había caído un yunque en la cabeza, le dolía tanto que tardo un rato en percatarse de donde estaba. Miró a su alrededor y pudo distinguir que estaba en un claro rodeado de hierba y flores, un poco mas al fondo pudo ver un montón de árboles que parecían formar una especie de selva; un poco hacia la derecha pudo distinguir lo que parecía un desierto, a su espalda había una montaña cubierta de nieve, y a su izquierda, muy a lo lejos, parecía haber un pantano. Confuso y desorientado, empezó a caminar, con la esperanza de volver a ver si quedaba algo de su mina, su hogar.

domingo, 14 de febrero de 2016

NUEVA HISTORIA INCOMPLETA.

Últimamente no he escrito mucho y de ahí que no haya vuelto a publicar en este blog y aunque tenia alguna historia acabada pero no me gustaba así que no merece la pena que la publique, a lo mejor algún día le saco provecho pero de momento se va a quedar ahí. Mientras tanto os traigo otra que me esta gustando bastante como me esta quedando y aunque aún no esta acabada y ni siquiera tiene titulo aún, me apetecía publicarla, cualquier sugerencia para el titulo será bien recibida.

TITULO

Como cazarecomensas uno ve muchas cosas, sobre todo en un mundo así; pero nada en mis veinte años de experiencia y en mi vasto conocimiento de las criaturas que pueblan esta tierra podía prepararme para lo que estaba a punto de ver y, sobre todo, de vivir.

El encargo parecía sencillo: traerle a un alquimista un par de colmillos de troll para una medicina, y por ello cobraría cien mil euros. Los trolls, aunque duros de pelar, no son precisamente difíciles de matar, debido a que no son los seres mas espabilados de la tierra, pero aun en el caso de que dieses con uno medianamente inteligente, podrías convencerle fácilmente para que te lo vendiese barato, dado que los colmillos de los trolls son muy parecidos a los de los tiburones, se desprenden con cierta facilidad y se regeneran enseguida. Por experiencia los trabajos tan sencillos no suelen serlo, pero esta vez me fié debido a que el troll que buscábamos no era uno cualquiera, se trataba del jefe de la tribu de los bosques de América oriental; aun así supuse que no seria mayor desafío dado que los jefes de tribus troll son muy dados al comercio y, sobre todo, al contrabando. Ya me las vi antes con alguno e incluso hago negocios de vez en cuando con los jefes de las tribus locales.


Me lleve a cuatro hombres de confianza conmigo por si la cosa se ponia seria, son cuatro compañeros de profesión con los que ya había compartido encargos antes y la recompensa era suficientemente sustanciosa para que nos saliese rentable el reparto. No nos demoramos mucho en encontrar la aldea en la que vivía esta tribu en particular, pero desde el mismo instante en que vislumbramos la entrada a la aldea los cinco supimos que algo no iba bien. No había ni un solo vigía en la puerta y había un silencio sepulcral, incluso dejo de oírse el sondo del bosque. Preparamos nuestras armas y nos dispusimos en fila apuntando al portón, nuestro instinto estaba mas que desarrollado y sabíamos que no saldríamos de aquí sin pelear, confiábamos en nuestra experiencia y habilidad para salir de esta, pero ahora se que no teníamos ninguna posibilidad. Me dispuse a llamar al portón para que nos abrieran, se por experiencia que los trolls son muy irascibles y, a pesar de su escasa inteligencia, no toleran la falta de educación; pero con el primer golpe, el portón empezó a abrise lentamente igual que en una casa encantada pero sin el chirrido, lo cual me resulto muy extraño ya que la puerta no era precisamente nueva, aunque en aquel momento no le di importancia.