domingo, 14 de febrero de 2016

NUEVA HISTORIA INCOMPLETA.

Últimamente no he escrito mucho y de ahí que no haya vuelto a publicar en este blog y aunque tenia alguna historia acabada pero no me gustaba así que no merece la pena que la publique, a lo mejor algún día le saco provecho pero de momento se va a quedar ahí. Mientras tanto os traigo otra que me esta gustando bastante como me esta quedando y aunque aún no esta acabada y ni siquiera tiene titulo aún, me apetecía publicarla, cualquier sugerencia para el titulo será bien recibida.

TITULO

Como cazarecomensas uno ve muchas cosas, sobre todo en un mundo así; pero nada en mis veinte años de experiencia y en mi vasto conocimiento de las criaturas que pueblan esta tierra podía prepararme para lo que estaba a punto de ver y, sobre todo, de vivir.

El encargo parecía sencillo: traerle a un alquimista un par de colmillos de troll para una medicina, y por ello cobraría cien mil euros. Los trolls, aunque duros de pelar, no son precisamente difíciles de matar, debido a que no son los seres mas espabilados de la tierra, pero aun en el caso de que dieses con uno medianamente inteligente, podrías convencerle fácilmente para que te lo vendiese barato, dado que los colmillos de los trolls son muy parecidos a los de los tiburones, se desprenden con cierta facilidad y se regeneran enseguida. Por experiencia los trabajos tan sencillos no suelen serlo, pero esta vez me fié debido a que el troll que buscábamos no era uno cualquiera, se trataba del jefe de la tribu de los bosques de América oriental; aun así supuse que no seria mayor desafío dado que los jefes de tribus troll son muy dados al comercio y, sobre todo, al contrabando. Ya me las vi antes con alguno e incluso hago negocios de vez en cuando con los jefes de las tribus locales.


Me lleve a cuatro hombres de confianza conmigo por si la cosa se ponia seria, son cuatro compañeros de profesión con los que ya había compartido encargos antes y la recompensa era suficientemente sustanciosa para que nos saliese rentable el reparto. No nos demoramos mucho en encontrar la aldea en la que vivía esta tribu en particular, pero desde el mismo instante en que vislumbramos la entrada a la aldea los cinco supimos que algo no iba bien. No había ni un solo vigía en la puerta y había un silencio sepulcral, incluso dejo de oírse el sondo del bosque. Preparamos nuestras armas y nos dispusimos en fila apuntando al portón, nuestro instinto estaba mas que desarrollado y sabíamos que no saldríamos de aquí sin pelear, confiábamos en nuestra experiencia y habilidad para salir de esta, pero ahora se que no teníamos ninguna posibilidad. Me dispuse a llamar al portón para que nos abrieran, se por experiencia que los trolls son muy irascibles y, a pesar de su escasa inteligencia, no toleran la falta de educación; pero con el primer golpe, el portón empezó a abrise lentamente igual que en una casa encantada pero sin el chirrido, lo cual me resulto muy extraño ya que la puerta no era precisamente nueva, aunque en aquel momento no le di importancia.

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