lunes, 16 de noviembre de 2015

MAS VALE TARDE QUE NUNCA

Con un poco de retraso, en ambos sentidos, pero por fin escribo una nueva entrada se que me prometí a mi mismo que escribiría al menos una vez por semana, pero que queréis que os diga, teniendo en cuenta la cantidad de cosas que tengo que hacer en casa y que, admitamoslo, soy mas parado que un perezoso con gota, la suerte es que haya podido volver a escribir en este blog, y cuando se me ocurra algo divertido, escribiré en el otro. Antes de nada dos cosas, la primera es que para compensar un poco voy a poner dos relatos, uno de ellos es aun mas corto de lo normal; y la segunda es que he pensado no publicar la solución del acertijo hasta que no reciba al menos un intento de resolverlo, porque si pongo la solución para que lo vais a intentar, de todas formas seguiré poniendo acertijos a ver si alguno os anima mas a intentarlo, incluso puede que me invente yo uno o al menos trabajare en ello. Y ya sin mas dilación los relatos:


EN BLANCO

Diego se sentó delante del ordenador con energías renovadas, después de la dura rehabilitación que casi le cuesta la vida, y que es probable que se le haya llevado la cordura, sintió que estaba listo para volver a su pasión, escribir.

Nada mas abrir el documento con la hoja en blanco, empezaron las viejas sensaciones que le hacían echar de menos sus viejas costumbres. Su mano derecha soltó el ratón para dirigirse de manera tan inconsciente y automática al hueco donde solía estar su “medicación”, que casi se podría decir que fue un acto reflejo independiente del propio cuerpo. Al no sentir nada mas que es aire entre sus dedos y la madera de la mesa tocando la punta de estos, el corazón le empezó a palpitar de manera descontrolada, creía que estaba a punto de dar a luz un alien como los de la famosa película. Su angustia no hizo sino crecer al sentir un brazo rodeándole el cuello desde atrás, presionándole con firmeza como intentando inmovilizarle. Sintió el pinchazo de una aguja atravesándole el cuello, pero de alguna manera logro zafarse de su atacante y salir por la puerta de su despacho.


Sin saber como apareció en los pasillos de la clínica de desintoxicación, -¿Cómo es posible?- se dijo a si mismo, -¡estoy rehabilitado, ya me soltaron!- pero antes de que pudiera comprender lo que estaba pasando, dos cuidadores se le echaron encima, le sedaron y volvieron a encerrarle en su habitación. -es la quinta vez que sufre alucinaciones esta semana, el doctor Ibáñez no cree que pueda hacer vida normal-.


A QUIEN PUEDA INTERESAR

Es poco espacio el que tengo para escribir así que seré breve, si no sobrevivo a esto has de saber que nunca fue mi intención que esto acabara así, pero es mi responsabilidad detenerlo pues nadie mas puede. Ya sabes de sobra porque huyes a estas alturas y, aunque no te conozco, confío en ti lo suficiente para decirte la verdad: soy el doctor J. L. Sánchez y, aunque no lo creas eso fue una vez un hombre, pero debido a un terrible experimento se convirtió en eso que tan bien conoces, ahora he sintetizado lo que creo que es un antídoto y si no funciona todos estaremos perdidos, espero que funcione…

No hay comentarios:

Publicar un comentario